En Sonrie Siempre utilizamos técnicas ancestrales. Lo lindo de estos procesos es como cuidas cada uno de los recursos. Para extraer los tintes se usan elementos de origen vegetal, son diferentes las partes que nos puede servir para teñir, es investigar cual nos sirve, cuando recolectarla y que color nos da. Algunos de los materiales que uso: Cascara de Cebolla, cascara y carozo de palta, yerba mate, corteza quebracho/eucalipto, hojas de roble, casuarina, ricino, malvon, greviilea y arce, raíz del ruibarbo, madder, cochinilla e indigo.
El proceso es largo, para llegar a teñir un textil podes llegar a estar 4 días. Lo primero que se realiza es prepara la tela con el mordentando correspondiente, preparar el tinte para luego poder utilizarlo en el textil. La recolección de los materiales en su mayoría son residuos orgánicos, como por ejemplo la cascara de cebolla. Lo que es corteza se junta idealmente en otoño e invierno, es importante juntarlo de árboles/ ramas caídos. Las hojas se pueden recolectar durante todo el año. Es importante que todo lo que vamos juntando sea sin dañar la planta/ árbol y teniendo el respeto adecuado.
El proceso también es largo, es una técnica que te permite estampar las telas con hojas o flores. Es una técnica muy artesanal. La impresión se logra a través de calor, siempre se logran diferentes resultados. Esta técnica es la que mas me gusta, abrir las telas después de dos días reposo es un momento mágico.
Es una técnica manual japonesa de teñido por reserva que produce una repetición de patrones en las telas. Se realiza retorciendo, apretando, presionando, amarrando, atando, frunciendo, doblando, enrollando… la tela. Esta técnica implica mucha prolijidad para lograr que patrón se repita adecuadamente. La cantidad de formas que se pueden lograr son inmensas y de gran variedad. Yo le tengo mucho respeto y admiración a esta técnica, es impresionante como siempre se ven diferentes resultados por mas que repitas el mismo doblado nunca sale igual y el desplegarlo siempre nos sorprende.